Tal y como hemos comentado a lo largo de la semana en nuestras redes sociales, en Psicokide abrimos un apartado donde podáis preguntarnos aquellas cosas de forma anónima que os inquietan, recibiendo nuestra respuesta cada domingo. Esta semana hemos tenido una duda que pasamos a responder a continuación.
Buenos días, tenemos un hijo al que nos gustaría llevar al psicólogo por mala conducta, pero mi marido y yo no sabemos cómo afrontar esto o, por lo menos, cómo decírselo. ¿Deberíamos esperar al último momento para que no se pueda negar o sería mejor contárselo, aunque se ponga a malas y tenga que ir obligado? Muchas gracias.
Como padres y psicólogos entendemos este conflicto. Sin embargo, la comunicación es fundamental; por ello, poder expresarle qué es lo que queréis, sentís, y el motivo que os lleva a tomar esta decisión sería lo aconsejable.
La determinación de llevar a nuestro hijo al psicólogo supone un cambio dentro de su entorno que es necesario manejar. Pueden crearse miedos por el prejuicio que existe hacia esta profesión, o incluso por temor a descubrir aspectos en sí mismos que les cuesta integrar. Por esto, consideramos prudente el decirle con antelación nuestro deseo y el porqué de que acuda a consulta, con el fin de poder abordar cualquier miedo que se presente.
El nivel de la comunicación debe adaptarse a su edad, dejando de lado complicaciones y procurando que el mensaje sea claro, sencillo y sincero; utilizando ejemplos o metáforas que faciliten la comprensión de lo que se pretende transmitir.
Tenemos que darle la oportunidad de acudir al psicólogo una primera vez, y valorar por sí mismo/a el grado de comodidad que esto provoca dentro de su vida. Esto es muy importante, puesto que si el niño/a no tiene ganas (por temor, incomodidad, insatisfacción, inseguridad, etc.) la intervención se verá negativamente afectada.
Esperamos haber contestado a vuestra duda. Si han surgido otras por el camino, estamos de nuevo en bienvenid@psicokide.com